a y aun no estaba muy acostumbrado a ella, por eso cuando escuché el primer crujido no hice caso, pero al segundo y al tercero comencé a pensar si era la madera de la casa sola.
Hasta que escuché una sonora carcajada en
el cuarto de mis padres, entonces subí las escaleras silenciosamente y
abrí la puerta de su cuarto muy despacio, observé la habitación pero no
vi nada, en aquel momento a pesar de mis 14 años no sentía miedo, estaba
convencido de que sería mi imaginación, pero justo en ese momento
escuché un ruido en el armario, sin pensarlo lo abrí y no había nada en
él salvo una muñeca, justo cuando me agaché a cojerla escuché otra vez
esa sonora risa, esta vez era en mi habitación.
Ahora si tenía miedo, pero no tenía alternativa, para salir
de la casa tenía que bajar las escaleras y pasar por la puerta de mi
habitación, así que baje apresuradamente las escaleras y al pasar por la
puerta de mi habitación no pensaba ni mirar sino correr hasta la que
llegara a la calle,
pero a los 14 años la curiosidad puede al miedo, así que al pasar por
la puerta medio corriendo no pude evitar girar la cabeza y en ese
segundo ví la silueta de una niña sentada en mi cama de espaldas, me
paré de golpe, no eran ladrones, era una niña, mi vida no corría
peligro, entre en el cuarto diciendoLa niña giró el cuello 180º de golpe, mi respiración se paró de golpe, no tenía rostro, era una cara sin rostro igual que la muñeca que vi en la habitación de mis padres.
No se de donde salia la voz que a continuación me dijo: “Esta es mi casa, así que vete tu”
Ahora si, salí corriendo a toda prisa a la calle y al verme, la vecina de enfrente me dijo: “Otra vez una Paola ¿no?
A lo que respondí sorprendido: “¿la conocé?
“La conocía, falleció hace 10 años en la casa, desde entonces no deja que nadie se quede a vivir ahí”
Al llegar mis padres, hablaron con esta vecina y nos volvimos a nuestra antigua ciudad, nunca más entramos en la casa, nos dejamos allí lo poco que ya habíamos mudado…
FIN
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