El Ataque de Tails Doll

Sucedió
en Los Ángeles, California. La madre de un niño subió a buscar a su
hijo para la cena. La puerta estaba cerrada y el niño no respondía,
cuando la señora abrió la puerta encontró a su hijo tirado en el suelo; con espuma saliendo de boca, los labios morados y las pupilas dilatadas. El niño estaba muerto y como música de fondo Can you feel the sunshine? se repetía una y otra vez.
En
el reporte policiaco la madre aseguraba que su hijo pasaba demasiado
tiempo jugando con el Sega Saturn. Dedicando sus últimos días a
desbloquear un personaje secreto. Tras realizarle una autopsia se
descubrió que el niño había muerto asfixiado durante un ataque epiléptico, aunque no había historial previo de la enfermedad.
Publicidad Adsense:
Durante
el Funeral la madre le regaló el Sega Saturn al mejor amigo de su hijo.
Cuando él lo llevó a su casa vio que tenía metido el juego de Sonic R. cuando empezó a jugarlo le agradó saber que estaba desbloqueado Tails Doll y jugó con el toda la noche.
La melodía Can you feel the sunshine? Se
escuchaba muy fuerte así que la hermana del niño fue a pedirle que
dejara de jugar, iba cerca de la puerta cuando esta se abrió sola
después de un golpe, su hermano caía a sus pies, tenía toda la cara
ensangrentada y las manos sobre los ojos, los dos gritaban a sus padres,
y mientras ellos acudían a su auxilio la niña pudo ver un resplandor
rojo dentro de la habitación, que le pertenecía al par de maléficos ojos de Tails Doll, que se escondía detrás de los muebles.
Cuando
el padre por fin llegó y vio lo que pasaba, quiso golpear el muñeco
contra la pared, pero al momento de tirarle la patada, la luz roja de su
antena brilló de forma muy intensa quemándole los ojos para después
desaparecer entre aquella confusión.
El
padre y el niño quedaron ciegos, al pequeño le rasgó los ojos, y al
padre s e los quemó, la niña que lo vio todo vive encerrada en su
habitación, no se le puede ensenar el color rojo ni nada, parecido, su
madre cuida de ellos son poder entender lo que pasó esa noche pues ella
no pudo ver nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario